lunes, 7 de enero de 2008

UNA NOCHE DE LUNA EN YARINACOCHA

Estaba trabajando en Pucallpa en la Región Ucayali en plena selva central de nuestro país, y para mí siempre es un placer trabajar en zonas de selva, no solo por la calidez de su gente, sino por el paisaje que rodea a la población y a las comunidades nativas que viven aquí. Es una zona donde habitan más de 14 grupos étnicos, zona maderera, ganadera, y de muchos recursos energéticos como el gas y el petróleo. La Región tiene una vegetación impresionante y recursos naturales variados: ríos, cataratas, parques naturales, cuevas, jardines botánicos pero sobre todo hermosas lagunas que parecen pintadas por las manos de Dios y si hay suerte aparecerá en el cuadro un hermoso delfín rosado que vive en estas lagunas. Imagínense encontrar todo un oasis natural en un territorio del tamaño de Cuba!.

Mi trabajo estaba casi terminado, así que tenía un día para recorrer los atractivos turísticos más importantes de la ciudad. Estaba hospedada en un albergue a orillas de la Laguna de Yarinacocha la más cercana a la ciudad (a 15 minutos en auto desde la ciudad), muy apacible y hermosa. Dormir en este lugar era especial, porque en las noches, uno puede apreciar una luna inmensa y luminosa, escuchar los sonidos de la selva, desde monos juguetones, aves, insectos y luciérnagas que iluminaban el cielo azul despejado de Pucallpa la capital de la Región, pero sobretodo porque se podía respirar un ambiente de calma y paz, difícil de encontrar en la capital.

Para llegar al albergue debía subirme a un peque-peque, una canoa con motor fuera y que por el sonido que realiza, le han puesto este nombre. Si repiten seguido "peque-peque-peque-peque..." pues es el sonido de la embarcación y es el medio de transporte local para navegar por los ríos y las lagunas de la Región.

Partí a conocer la ciudad con dos amigas, fuimos a visitar el taller de uno de los pintores mas famosos de Pucallpa, el cual realiza trabajos sobre mitos y leyendas tradicionales de la región, con estilo neo-amazónico, surrealista y shamánico, muy interesante, luego nos fuimos al Centro de Investigación de la Biodiversidad y el Jardín Etno-Botánico donde se pueden apreciar mas de 2300 especies de plantas medicinales e inclusive se pueden hacer consultas medicas naturistas.

Estábamos muy entretenidas, pero la hora nos ganó y ya casi atardecía, así que no fuimos rápidamente a orillas de la Laguna donde hay un pequeño muelle de estacionamiento de peque-peques. Llegamos casi a las seis de la tarde y ya oscurecía. Pero cuando llegamos no había personal que nos llevara al albergue. Nos preocupamos porque ya era casi de noche y era más complicado.

Tuvimos que esperar largo rato y de pronto apareció uno de los encargados y nos dijo que a esta hora ya era difícil que alguien nos llevara. Nunca habíamos regresado a esta hora, pero tampoco preguntamos hasta que hora se brindaba el servicio de transporte, así que aceptamos que nos llamaran la atención. Uno de los empleados acepto llevarnos, tenia mucho sentido del humor y era muy amable. Así que nos subimos a una pequeña canoa, muy pequeña para mi gusto, pues se veía muy inestable. Nos sentamos en fila y el conductor al frente de nosotras, la luna estaba hermosa, iluminaba la laguna y se veía azul, azul y a lo lejos una densa vegetación que la envolvía.

Observé que el agua estaba al ras de la canoa, o sea que un pequeño movimiento y de todas maneras entraba agua a nuestra “embarcación”. Nuestro guía y conductor se demoro en encender el motor, intentaba una, dos y tres y nada, pero a la quinta arranco, mientras tanto nos contaba chistes, y nos decía: “Yo soy un experto, ustedes no preocupar, a veces se pone rebelde mi peque-peque”. Nosotras nos divertíamos mucho con este señor, no solamente por su gran sentido del humor sino por la forma en que hacia su trabajo, contento y siempre relajado.

La canoa empezó a deslizarse suavemente por la laguna y ya íbamos alejándonos poco a poco del muelle. Cuando voltee hacia atrás y ví que me alejada sentí un poco de temor, porque ya estábamos entrando en las profundidades de la laguna y en un momento perdimos de vista la orilla y solo veíamos agua y mas agua y a lo lejos islas de vegetación alta, que solo oscurecía mas el camino y no dejaba que la luna nos iluminara. Ya teníamos noche plena.

Mientras tanto nuestro amigo, nos contaba su vida en Pucallpa, y nos comentaba que siempre llevaba turistas y personas que se dedicaban al comercio o la pesca. A pesar de que la conversación estaba muy amena yo estaba al tanto de todo a mí alrededor, tocando con mis dedos el agua tibia y escuchando el sonido de las aves y el viento. Por momentos me conectaba a la conversación y por otros me desconectaba. Estábamos en medio de la laguna, agua por todos lados y pensé: “será profunda?” “se podrá nadar?”. Y entonces el guía nos dijo: “Si quieren pueden nadar, jajaja yo las espero”.

Nos acercábamos a una gran isla que abría canales en el agua, y el guía nos comentaba que esta laguna en época de lluvias se une con el río Ucayali justamente a través de estos canales y que hay mucha variedad de peces en sus aguas y que algunas personas por entrar a buscar peces se han perdido en el laberinto de canales y ya no han regresado, “si no conoces la zona te pierdes”, dijo. Mientras conversábamos animadamente, de pronto comenzó a fallar el motor. Nuestro conductor dijo: “no se preocupen, siempre pasa, a veces se humedece demasiado el motor, en un momento que lo arreglo”, luego comenzó a salir humo y nosotros en medio de la nada y lejos de todo.

Entonces ocurrió lo que yo pensaba se apago el motor completamente y nos quedamos allí, suspendidos como en el aire, solos y en medio de un mar de agua!!!!!El conductor nos dijo con toda calma que había que esperar un momento y siguió haciendo bromas diciéndonos que de repente tendríamos que esperar a que amaneciera para llegar al albergue y claro perder nuestro vuelo de regreso. Lo que me tranquilizaba es que este señor era de la zona y conocía profundamente las aguas de esta laguna y todo este trabajo, pero igual nos preocupamos!!!. Una de mis amigas, la más nerviosa se quedo muda y estaba a punto de llorar. En esta espera, entre el silencio, el sonido de las aves, el viento y la oscuridad, nuestro amigo comenzó a contarnos lo que le paso en una de sus travesías por esta laguna, lo cual nos puso mas nerviosas.

“Una vez salí a pescar en mi peque-peque y comencé a navegar por uno de los canales, ya estaba horas esperando pescar algo, pero nada, había estado en medio de la laguna, y entrado a otros canales que desembocan al Río Ucayali y nada!, así que cambie de ruta, pero ya casi atardecía, entonces decidí esperar un poco. Entre claro-oscuro y solito en el canal, detenido y en espera, observe que las aguas comenzaron a moverse como olas, y con el vaivén, mi peque-peque comenzó a deslizarse. Me calme y espere, entonces se calmaron las aguas, cuando ya había decidido regresar a casa sentí que mi canoa había chocado con algo y que se levantaba por en medio, como si algo la estuviera empujando y me asusté!. Intrigado por el movimiento comencé a remar despacio pero era imposible, algo me empujaba y movía mi canoa en contra. Entonces dije: seguro es la diosa del agua, la Yacumama, (llamada también Anaconda, una serpiente gigantesca que cuida el lugar, según las creencias). En este momento pensé debo salir del canal y acercarme a la orilla, pero la Yacumama nuevamente empujo mi canoa mas fuerte, entonces tome mi remo e intente golpear a lo que había debajo del agua, sentí algo duro que se movía, le di varios golpes y nada!!, continuaba moviendo mi peque-peque y yo de pie intentando apaciguarla!!. Yo estaba golpeando algo pero no sabia que era no divisaba nada, solo sentía algo duro que se movía bruscamente, pero estaba seguro que era la Yacumama. Con la noche encima, me rendi y deje de golpear y ella también dejo de moverme, entonces prendí el motor e intente salir lo mas rápido posible. Puse a toda marcha mi motor y salí del canal, había vencido a la Yacumama!!!!”.
Mientras nos contaba su anécdota nosotras estábamos con pelos de punta!!!!, pensábamos que en cualquier momento aparecería la Yacumama o serpiente de agua y madre de la laguna, que cuida celosamente el lugar y nos iba a empujar hasta lanzarnos al agua y desaparecernos en la oscuridad!!!!. Le pedimos al conductor que intentare encender el motor pero YA!!!!, y él muy calmado prosiguió diciéndonos que si una persona desconocida penetra en estos lagos encantados sorpresivamente puede aparecer la Yacumama y perseguir a los foráneos hasta asustarlos para que dejen sus aguas y nosotras éramos unas desconocidas, horror!!!!!!
A estas alturas nuestro guía nos vio preocupadas y trato de calmarnos y nos dijo, “no se preocupen ahora la Yacumama es mi amiga, sabe que ustedes son mis invitadas”, y sonreía. Así que entre risas, arranco nuevamente el motor y finalmente nos fuimos a toda marcha y sin parar. Fueron minutos que parecieron horas!!!!.
Llegamos sanas y salvas, riéndonos mucho de todo, comentando la historia de nuestro amigo pucalpino, su gran sentido del humor, su calma y mente positiva, y del percance, quedamos intrigadas por la Yacumama y los misterios de la laguna. Es interesante escuchar, leer y aprender de los mitos y leyendas de los pueblos, y si son contados por sus propios pobladores es mucho mejor, creo que siempre hay una Madre de lo natural, alguien que protege, alguien que cuida la tierra (pachamama), el agua, y que no necesariamente existe pero que esta ahí, en lo espiritual, y que nos pide respeto para lo que nos rodea y para quien nos provee de cosas maravillosas que a veces no valoramos y que ahora mas que un nunca debemos cuidar y preservar. Que hubieran hecho si se les presenta la Yacumama en medio de la nada??!!! Hasta otro viaje!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Errante:

Creo que en esto todos vamos a estar de acuerdo; sólo a tí te pueden pasar estas cosas...

Particularmente El mundo de la Yacumama, la amazonía, merece todos mis repetos.

Y estoy convencida de que una debe aprender a tomar de la naturaleza lo que esta nos ofrece sin destruirla tratando de comprenderla a plenitud.

Si la Yacumama ataca a forasteros es probablemente por que estos invaden su mundo y no respetan ni intentan comprender su arquitectura y sus ciclos.

Anónimo dijo...

Pucallpa est fascinant.

Un chaos et une magie réunis dans le même lieu.

Et ni que dire des histoires qu'une écoute là

Anónimo dijo...

Sí.

Muy de acuerdo contigo bkiyan.

Sólo a Errante le pasan esas cosas...

Nooo a mi que si quieren me persigan los bufeos...JeJeJe...

Unknown dijo...

Hola!
Errante:

Sí. Sólo a tí te pasan esta clase de aventuras...

La Amazonía es fascinante tiene un encanto y un misticismo muy especial pero pobre de aquel y/o aquella que desencadene su ira invadiendo sus dominios y/o tratandola con una total falta de respeto.

Hmmm de verdad que si me encuentro con la Yacumama y vivo para contarlo. Ni más regreso a la selva.

Anónimo dijo...

Nomadic:

You have become my favorite heroina...

I do not believe that it would risk to me to have an expensive encounter to face with the Yacumama...

My adventurous spirit does not arrive at as much.