viernes, 4 de septiembre de 2009


Desarrollo de productos: etapa de exploración (IV)

Algunas etapas del desarrollo de productos merecen ser desarrolladas y analizadas independientemente porque son la base para empezar a trabajar una oferta de productos turísticos competitivos y sostenibles. La etapa de exploración es la que se refiere a la investigación y el análisis de la oferta existente en un espacio geográfico. Si bien en algunos casos existe un inventario de recursos turísticos o un listado de la oferta turística actual en las provincias y regiones del Perú, en algunos casos este es inexistente o en otros casos existe, pero poseen información inexacta. Ello se puede deber a muchos factores uno de ellos es que el recurso en si, ha ido desapareciendo con el paso de los años, y en otros casos no se han llegado a registrar todos los recursos existentes debido a la dificultad en los accesos.

En todo caso, es importante mencionar que no todos los recursos turísticos (materia prima para desarrollar un producto y que puede ser arqueológico, natural o cultural), pueden convertirse en producto turístico, y no todos los recursos tienen el poder de atracción como para despertar el interés de los turistas e impactar en sus sentidos, por ello es importante hacer una evaluación previa y si es posible elaborar un estudio de mercado, y si hubiere información relevante al tema ésta ayudara a la exploración de la zona turística donde se desarrollaran los productos turísticos.

Para empezar a trabajar en esta etapa lo primero que hay que hacer es una revisión y un análisis de documentos relacionados a la oferta de recursos turísticos existentes en la zona a trabajar, y no solamente eso, sino toda la información relacionada con la oferta como estudios de mercado, inventarios, evaluación del potencial, estudios de demanda, estudios sobre mercados cercanos, comportamiento del sistema turístico, entre otros. Esta información nos permitirá tener un panorama previo sobre el desarrollo turístico de un sitio y tener una primera aproximación sobre los recursos existentes y su potencialidad. El inventario de recursos es clave para este trabajo y si existen mapas de ubicación (georeferenciación) de estos recursos será mucho mejor para poder realizar una evaluación más exacta.

El inventario debe ser revisado concienzudamente, porque aquí se incluye información determinante como por ejemplo tipo de recurso, accesos hacia el recurso, estado de conservación, servicios alrededor del recurso y fuera de el, actividades que se podrían desarrollar, nivel de jerarquía del recurso (proceso comparativo que permite establecer un orden de importancia de los recursos, evaluación de los recursos) donde se evalúan los recursos otorgándole un numero por ejemplo en el caso de Macchu Picchu este sitio posee una jerarquía 4 (de acuerdo a lineamientos nacionales) porque es un recurso excepcional y de gran significación para el mercado turístico internacional, capaz, por si solo, de motivar una importante corriente de visitantes actual o potencial (Mincetur, 2008). Este inventario puede servir para realizar una primera selección de los recursos y elegir aquellos que poseen un verdadero potencial.

Otra información que también ayudara a la investigación, es el estudio de mercado, un análisis de la oferta y la demanda, lo cual podrá dar algunas luces sobre qué tipo de productos se pueden desarrollar para llegar a clientes/mercados nacionales y/o extranjeros, o a diferentes segmentos. Si no hay mercado, no hay venta de productos y por tanto no hay clientes (turistas). Muchas veces este estudio de mercado no se realiza y entonces a través de proyecciones se van desarrollando los productos u observando otros destinos o analizando el comportamiento de la demanda a nivel nacional e internacional sin dejar de lado los cambios de mentalidad del turista. En este caso observar y estar al tanto de las tendencias nacionales e internacionales es clave también, para adaptar los productos turísticos a las exigencias reales de los turistas. Sin embargo es imprescindible contar con un estudio de mercado, no solamente para desarrollar productos sino para direccionar el desarrollo turístico de una zona.

La selección de los recursos a desarrollar es una tarea muy delicada, no solamente se trata de abrir una catarata o un sitio arqueológico al turista sino de ponerlo en valor, observar los posibles impactos y hacerlo sostenible, involucrar a la población local y sobretodo buscar mecanismos para darle mantenimiento al sitio. El involucramiento de los actores locales debe ser desde el comienzo, desde la propuesta de recursos turísticos a desarrollar, esto quiere decir, realizar reuniones de validación de la propuesta y recoger opiniones, nuevas propuestas, guiando en todo momento a los participantes dándoles herramientas para la comprensión del proceso de planificación y sobretodo analizando cual es la diferencia de pensar el desarrollo de los productos desde el lado del turista-extranjero-foráneo y no desde su visión propia.

Una vez que los recursos con potencial han sido identificados, continúa la observación in situ, con un levantamiento de información de datos como la accesibilidad al recurso y el nivel de conservación. Esta observación también puede incluir un acercamiento a los actores locales que se encuentran alrededor del recurso a desarrollar, como por ejemplo el gobierno local o una comunidad campesina. Los recursos deben cumplir básicamente con cuatro criterios básicos para su elegibilidad: atractividad (poder de atracción), singularidad, calidad y accesibilidad, sin estos elementos es mas difícil que un recurso tenga potencial para llegar a ser un producto. Hay algunos recursos que cumplen con un 50% o 60% de estos criterios, en este caso, pueden ser complemento de un producto principal o formar parte de un circuito que le de fuerza, por lo que no necesariamente son descartados.

La verificación y el análisis in situ de los recursos, puede incluir un registro fotográfico y la observación de posibles rutas o circuitos que se podrían realizar en un futuro. Posteriormente y de acuerdo al trabajo de campo, se puede determinar posteriormente que recurso puede ser un producto principal y cual de ellos un producto complementario, esto quiere decir, qué recurso será el producto estrella capaz de atraer por si solo a los turistas y que producto puede complementar a éste, ya sea por su similitud temática (arqueológico) o con el objetivo de darle variedad al circuito encabezado por el producto principal. Por ejemplo, la Reserva Nacional de Pampa Galeras en Ayacucho puede ser un producto principal y puede estar acompañado de actividades de turismo vivencial en la comunidad del mismo nombre o de una vista al museo de sitio.

La tendencia mundial indica que a mayor diversidad de actividades-experiencias pues más atractivo es el recorrido para el turista, con la posibilidad de que amplíen su estadía. La etapa de exploración y análisis previo de los recursos es imprescindible para poder iniciar la tarea de planificación del turismo y de los productos y esta acción debe partir de un plan de desarrollo turístico que defina acciones concretas con objetivos realistas y realizables.

Sobre este tema puedo afirmar que para empezar un desarrollo ordenado de la oferta turística es fundamental tener un plan de desarrollo mínimo con un horizonte de tiempo a corto plazo (facilitara el seguimiento y el cumplimiento de las acciones) con objetivos claros. El desarrollo del turismo en muchos sitios del Perú ha iniciado su proceso de crecimiento casi abruptamente, y básicamente debido a la irrupción de visitantes nacionales y extranjeros y que en muchos casos ya es incontrolable sumándole a ello intereses locales, públicos, privados, entre otros. Las personas o técnicos encargados del desarrollo de productos deben estar al tanto de las nuevas tendencias, los cambios en el mercado y en los cambios de mentalidad y preferencias de los turistas, y trabajarlo de la mano con los actores locales porque son ellos quienes lideraran el desarrollo de los productos-servicios.