miércoles, 1 de agosto de 2007

Petra, la maravillosa ciudad de piedra rosada

Cuando hace algunos años estuve en Jordania y visité Petra, nunca imagine que fuera elegida hoy como una de las nuevas siete maravillas del mundo, y debo decir que es un monumento que impacto mis sentidos. Recorrí Petra dos días enteros y me acosté en aquellas moles de piedra observando por horas aquel paisaje, asi como lo hice en nuestro majestuoso Macchu Picchu.

Aunque las bellezas son distintas, ambas impactan y emocionan, especialmente porque sin tecnologia alguna, ambas civilizaciones han logrado levantar imponentes ciudades, aun presentes.

Petra es la ciudad de piedra de los Nabateos, un antiguo pueblo árabe que se instaló en este territorio hace más de 2,000 años, era una población muy próspera, pues se dedicaban a comerciar diversos productos a través de las distintas rutas que convergían en esta ciudad.

Los mercaderes de la India y de Arabia Saudita también llegaban al Mar Rojo a través de Petra antes de alcanzar el Mediterráneo. Las rutas procedentes de la antigua Mesopotamia y del Oriente permitían atravesar Petra camino a Egipto.

Petra sirvió como un refugio temporal a los árabes, nabateos, nómadas, beduinos que procedían del norte de Arabia y que crearon Petra como la ciudad fortificada de la época, construida en las rocas de una gran cueva.

Precisamente durante la visita, el ómnibus se detiene en un poblado construido sobre áridas colinas, que bajan y suben y el conductor nos comenta que Petra también es el nombre del pueblo que alberga la histórica ciudad hecha de piedra rosada, única en este lugar. El poblado, está entre las montañas del desierto del sur de Jordania y casi en la mitad de camino entre el Mar Muerto y el Golfo de Aqaba, balneario de Jordania, a 262 kilómetros de Amman, capital de Jordania.

Impresionantes Monumentos

A pesar del creciente poder de Roma en el oeste, los Nabateos fueron capaces de permanecer independientes hasta el año 106 D.C en que el Emperador Trajano convirtió Petra en una provincia romana. El lugar era tan remoto e inaccesible que permaneció en el misterio desde la época de Las Cruzadas hasta el siglo XIX, momento en que un suizo disfrazado de jeque árabe y acompañado por un guía visitó la ciudad por primera vez.

Las primeras excavaciones de Petra se realizaron en 1924 y estuvieron a cargo de arqueólogos jordanos y extranjeros. Ellos sacaron a la superficie varias zonas de la ciudad, revelando así una serie de informaciones sobre la vida de sus antiguos habitantes.

Se afirma que existen más de 800 monumentos de incalculable valor histórico y monumental en el lugar. Petra es una ciudad de piedra rosada, famosa por su original arquitectura en la roca y por sus ingeniosos acueductos, puentes y canales. Es el principal tesoro de Jordania. Entre los restos de la ciudad nabatea aun se observan templos, palacios, teatros, coliseos romanos y calles que por la erosión han ido perdiendo su forma inicial y tomando formas caprichosas y misteriosas como por ejemplo una estatua de una musa griega a la que solo se le ve la tunica hasta la cintura y los pies y en la parte superior solo piedra rosada lisa.

Después de observar algunas cuevas en la roca durante mi recorrido, llegué a un camino ancho y muy empinado que conduce a un paisaje completamente distinto de Petra: “El Siq”.

El Siq es otra de las maravillas que vale la pena detenerse a observar, es un cañón de un kilómetro de largo que al estrecharse forma túneles y pasajes formado por paredes de hasta 200 metros de alto, por donde el viento silba alrededor, dándole una magia especial al lugar. Después de recorrer esta garganta muy estrecha que es el Siq, desembocamos en el “El Tesoro” otro de los monumentos de Petra, una de las construcciones mas asombrosas y espectaculares que existen en el mundo y el monumento mas representativo del lugar.

Es realmente indescriptible la sensación que se percibe al estar frente a tal obra maestra. Este es uno de los restos más suntuosos de la antigüedad. Ha sido tallado en roca sólida y tiene 43 metros de alto y 28 metros de ancho. Fue excavado enteramente en la roca, posee grandes columnas corintias en la fachada y, gracias a una cornisa de roca que posee en la parte superior, su enmarañado decorado se conserva perfecto pese al viento y la lluvia. Está inspirado en el arte clásico helenístico, su construcción se remonta al siglo I D. C. Todavía sigue siendo tema de discusión si fue una tumba o un templo.

El interior del “Tesoro” se encuentra totalmente vacío, sólo se pueden apreciar salones y ventanas, por donde ingresa la potente luz del sol del desierto. Este monumento fue tallado en una inmensa pieza de piedra rosada con cincel y martillo por muchos trabajadores, y transformada en un monumento de magnífica arquitectura.

Jordania se encuentra en el Medio Oriente muy cerca de Egipto e Israel y se puede llegar desde estos países en avión, barco o bus y desde nuestro país lo mejor es volar hasta cualquier capital europea y de allí realizar una conexión. Amman es la capital de Jordania, un país de 5 millones de habitantes gobernados por un rey.






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